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Foto del escritorGraciela Hess, Ibclc

Síndrome disfórico de la lactancia (D-MER)


Se presenta con diversas variantes dependiendo de la experiencia de la madre, la característica común es que viene una ola de sentimientos negativos o emociones devastadoras justo antes del reflejo de eyección de leche.


Los sentimientos negativos se dan justo 30 a 90 segundos antes de la eyección de leche cuando el bebé está comiendo directo del pecho, se hace extracción de leche o se da una eyección de leche espontánea. Para el momento que el bebé está deglutiendo y ya está la eyección de leche, los sentimientos negativos ya se habrán disipado en algunos casos.


Las madres pueden expresar los sentimientos de diversas formas, pero hay una gran similitud entre los términos y lenguaje que utilizan: Hueco en el estómago, ansiedad, tristeza, pavor, nerviosismo, ansiedad, malestar emocional, angustia, irritabilidad, despesperanza, abatimiento, agitación y emociones negativas en general.


D-MER es un problema físico, no psicológico mediado por la Dopamina. Para que la prolactina pueda elevarse, la dopamina debe bajar, ya que regula la producción de prolactina. Cuando se estimula la eyección de leche ya sea por la succión del pezón o por que la glándula esté muy llena, esto hace que haya una caida en los niveles de Dopamina para permitir que aumente lentamente la prolactina.

Cuando los niveles de Dopamina bajan de forma inapropiada, los receptores que están presentes en el centro del placer del cerebro se ven privadas de la Dopamina que necesitan, dando como resultando esta ola de emociones negativas.


D-MER es diferente a la picazón o dolor de cabeza que puede presentarse en el momento de la eyección de leche y es diferente a la depresión posparto, aun que pueden darse al mismo tiempo.


Las mujeres que padecen D-MER, están contentas el resto del tiempo, sin embargo, las puede llevar a un destete precoz, al no saber que se trata de un problema hormonal. Una vez que la mujer sabe lo que le está pasando le será más fácil sobrellevarlo y así no caer en la culpa por haber destetado de forma prematura y todo lo que esto conlleva.


Algunas mujeres pueden tener síntomas muy ligeros y solo sentir la necesidad de suspirar o sentir un poco de angustia brevemente mientras que otras perciven emociones muy fuertes que generan ideas de suicidio, ideas de dañarse a si mismas o sentimientos de enojo. Estos sentimientos son breves y se dan como ráfagas y difícilmente los llevan a cabo. Estas mujeres deben ser apoyadas y alentadas y no tratadas como en riesgo de abuso.


Generalmente se empieza a sentir alrededor de las primeras semanas y en muchos casos desaparece a los 3 meses, ya que la prolactina que se necesita para mantener la lactancia va siendo menor en cantidad y pasa a tener un papel simplemente permisivo por que el control de la producción se da a nivel local. Llegan a existir casos en que permanece durante toda la lactancia.

El tratamiento

Para las mujeres que lo padecen de forma moderada, muchas veces es suficiente con conocer lo que les está pasando para poder manejarlo y no sentirse que “estan locas”. Puede ser de ayuda hacer un registro de sus sentimientos y los momentos en que esto sucede para detectar si hay situaciones que lo agraven como el estres, la deshidratación, la cafeína, etc y reconocer lo que puede hacer que los síntomas sean mucho menores como estar descansadas, estar mejor alimentadas e hidratadas, estar distraidas, acompañadas, hacer ejercicio, etc


Cuando se padecen síntomas severos, es posible que se necesite ser medicada para mantener mas altos sus niveles de dopamina, afortunadamente hay algunos que son compatibles con la lactancia.

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