En últimas fechas he escuchado a muchas mamás decir que su hijo fué diagnosticado con Alergia a la proteina de la leche de vaca, así que vamos a explorar un poco el tema.
"La alergia alimentaria surge de una respuesta inmune específica inducida por la exposición a un alimento", es decir hay una reacción adversa.
"Se define como reacción adversa a alimentos (RAA) a la respuesta clínica anormal luego de la ingestión, contacto o inhalación de un alimento, sus derivados o aditivos."
Cuando una madre consume un alimento primero lo procesa su aparato digestivo y luego en base a su sangre se genera la leche para su hijo, sin embargo, alguna proteína del alimento puede pasar a la leche materna y generar la alergia en el bebé, es decir la alergia no es a la proteína que sintetiza la glándula mamaria, ya que éstas son producidas en base al DNA de la madre, por ello no puede haber alergia a la leche de la madre en si.
"Existen 8 alimentos responsables del 90% de la alergia alimentaria: leche, huevo, soja, trigo, maní, nueces, pescados y mariscos. Las alergias a las proteínas de la leche de vaca (APLV) y a las proteínas del huevo (APH) son las más frecuentes en lactantes; en adultos, es más habitual la alergia a los mariscos, y el maní (cacahuate) tiene igual frecuencia en ambos grupos."
Esto suele ser más común con la proteína de la leche de vaca, por que la leche de cada especie se produce de acuerdo a las necesidades de las crías y en este caso, la proteína de la leche de vaca es mucho más grande que la producida por las madres humanas, ya que las proteínas son los “ladrillos” con los que se fabrican los músculos y las vacas llegan a pesar más de 300 kg, en comparación con el ser humano que cuando mucho llegará a 120 Kg, por eso, nosotros necesitamos unas proteínas mucho más pequeñas.
Cuando esa proteína de la leche de vaca (Beta-lactoglobulina) pasa por el intestino del bebé puede generar microfisuras que darán lugar a evacuaciones con sangre, y a la alergia. Un bebé con APLV puede presentar:Eczema crónico, problemas respiratorios o digestivos inexplicables, tos crónica, dificultar para respirar, cólico crónico y llanto excesivo, urticaria o piel roja y con escamas, secreción nasal, hinchazón de labios y párpados, vómito, reflujo, etc
Una vez que se tiene el diagnóstico lo más importante es eliminar de la dieta de la madre todos los alimentos que tengan proteína de leche de vaca. Es posible que tengan que pasar un par de semanas para que el cuerpo se desintoxique de la proteína y se vea una mejoría franca en el bebé.
Ahora bien, no todos los bebés son igual de sensibles, en los casos muy extremos puede ser necesario comprar sartenes nuevos y utensilios nuevos ya que se quedan contaminados con proteínas adheridas a su superficie.
Incluso tuve el caso de un bebé que era tan sensible que su papa debía lavar su boca y manos en caso de haber consumido algún lácteo antes de tocar al bebé para no irritar su piel.
Ustedes irán conociendo a su bebé y viendo cuales son sus necesidades.
Cabe aclarar que en muchos casos también se debe evitar el consumo de la soya, leche de oveja y de cabra, ya que esta también puede generar una reacción alérgica.
Se que es una situación difícil e implica mucha disciplina por parte de la madre, en estos casos es importante acudir con un Nutriólogo para equilibrar la dieta de la madre, si es posible, platicar con otras mujeres que hayan pasado por la misma experiencia y tener en cuenta la superioridad de la leche materna con respecto a cualquier otra alternativa de alimentación, al final estas protegiendo a tu bebé contra muchas otras enfermedades y programando su metabolismo a largo plazo, así que vale la pena continuar con la lactancia materna.
Ahora vamos a ver cuales son los alimentos que contienen proteína de leche de vaca, primero tenemos las fuentes evidentes de esta proteína, pero luego viene la lista de alimentos sobre todo procesados que pueden contener proteína de leche de vaca y ni remotamente lo imaginamos, aqui lo que sucede es que la industria alimenticia la ocupa para muchos fines y por eso se encuentra en tantos alimentos y en tan diversas formas.
Fuentes evidentes de proteína de leche de vaca
Las fuentes más evidentes son los productos lácteos, como:
Leche de vaca (fresca o pasteurizada)
Yogurt
Requesón
Queso
Mantequilla
Suero de mantequilla
Margarina
Cuajada
Nata / nata artificial
Helados
Batidos de leche
Leche en polvo
Queso fresco
Leche evaporada condensada
Fuentes ocultas de proteínas de leche de vaca
Las proteínas de leche de vaca pueden estar ocultas en muchos alimentos como panes, galletas, tartas, alimentos preparados para bebés y carnes procesadas, por lo que es fundamental que leas siempre con atención las etiquetas. Una buena idea es pedir en tu supermercado una lista de los “alimentos sin leche” que venden. Los siguientes son ejemplos de ingredientes de que debes buscar y serán indicativo de que hay proteina de leche de vaca.
Caseína (cuajada)
Caseinatos (H4511, h4512)
Suero de leche y sólidos del suero
Proteínas del suero.
suero hidrolizado
Lactoalbúmina
Azúcares de la leche
Lactoglobulina
Lactosa
Leche en polvo desnatada
Sólidos de la leches
Proteínas de la leche
Sólidos de la leche desnatada
Grasa de la mantequilla
Leche modificada
También tener en cuenta:
Aditivos con número E 325, 326, 327, 472, 480 481, 482, 575, 585, 966 y nombres que tienen la raiz lact- como láctico, lactato, lactilato, lactona, lactitol (si se derivan de la leche de vaca se debe evitar, solo si son sintéticos estarían permitidos) Esta lista puede parecer confusa, pero por ley, la palabra leche debe aparecer después de cualquier nombre confuso de derivados de la leche y estar presente en la lista de ingredientes de alimentos envasados fabricados puestos a la venta en cualquier lugar de la Unión Europea.
Sin embargo, esto no es así en los alimentos no envasados como los productos de panadería de delicatessen o de carnicería ( por ejemplo fiambres, empanadas y salchichas) Es mejor evitar los alimentos que se venden sueltos y cuyos ingredientes no se conocen.
No debes fiarte solo de las etiquetas con consejos para la alergia, sino que debes leer siempre la lista completa de ingredientes. Los fabricantes cambian con frecuencia sus recetas, así que asegúirate de comprobar los ingredientes cada vez .Nacional, C. (2018).
Bibliografía
Alergia alimentaria en pediatría: recomendaciones para su diagnóstico y tratamiento. Resumen ejecutivo. Archivos Argentinos de Pediatria, 116(1). https://doi.org/10.5546/aap.2018.82
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