Coloca entre tus dedos indice y pulgar tu areola y comprime como si fueras a pellizcar, observa lo que sucede con tu pezón, si sale, aún que sea poco, significa que no tienes problema.
Si observas que tu pezón se hunde como si fuera un ombligo, o no sobresale, solo entonces pudieras necesitar preparar tu pezón. Lo ideal es que una Consultora de lactancia te pueda revisar y ayudarte a determinar si necesitas hacer algo más.
No te confundas, no importa que tan pequeño sea tu pezón, si es como la punta de tu dedo meñique, pero al hacer la prueba sobresale, todo está bien.
El momento ideal para realizar esta prueba es cuando estas en el último trimestre de tu embarazo ya que la glándula se irá modificando durante el embarazo.
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